Si bien LEGO puede ser considerado para muchos el peor de los
terrores tras poner el pie descalzo sobre una de sus piezas, para otros,
estos singulares bloques de colores son su materia prima para crear
algo que muchos expertos no dudarían mucho en llamar arte como tal.
Ejemplo
de esto es una recreación del “Banco del profeta” uno de los penúltimos
escenarios de la flotante Columbia que nos dejó ver el videojuego “Bioshock: Infinite”.
Dicha maqueta fue un trabajo de “Imagine Rigney” quien exhibió esta
recreación en la “BrickWorld”, evento que lleva varios años mostrando
toda clase de experimentos realizados con Legos en Chicaco, EUA.
Este
“Banco del profeta” en miniatura, vemos como sus creadores no quisieron
dejar en tela de juicio su gustó por el juego, ya que tiene detalles de
todo tipo: desde una arquitectura muy bien cuidada, hasta la aparición
de los “hermanos” Lutece, un Handyman, el temible Songbird y el dueto de
protagonistas Booker y Elizabeth.
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